Frecuentemente se acostumbra a definir la salud de una persona teniendo en cuenta su edad avanzada. Lo cierto es que todas las personas no son iguales ni presentan los mismos problemas.
Muchos
adultos mayores llegan a edades avanzadas en perfecta condiciones y es por eso
que se ha realizado una clasificación lo más cercana posible a la realidad con
el objetivo de llegar a un consenso en la valoración individual de este grupo
poblacional, apoyándose en la evaluación multidimensional, herramienta de
trabajo de los geriatras y su equipo.
La
dentro de cada tipo es transitoria, pudiendo cambiar de uno a otro de forma
brusca. Por ejemplo, un anciano sano puede convertirse en enfermo en
presencia de un caudro agudo y si éste empeora pasaría a ser un anciano frágil.
O un anciano frágil, con complicaciones agudas y empeoramiento de su
situación puede transformarse en paciente geriátrico, aumentando el riesgo de
hospitalización, institucionalización y mortalidad.
Tipos
de ancianos:
En resumen:
Tipos
|
Anciano
Sano
|
Anciano Enfermo
|
Anciano
Frágil
|
Paciente
Geriátrico
|
Actividades básicas de la vida diaria
|
Independiente
|
Independiente
|
Dependiente
|
Dependiente
|
Actividades instrumentadas de la vida diaria
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Independiente
|
Independiente
|
Dependiente
(2 o más)
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Dependiente
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Grado de dependencia
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Baja tendencia
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Baja tendencia
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Alta tendencia
|
Completa
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Síndromes Geriátricos
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Baja probabilidad
|
Baja probabilidad
|
Alta probabilidad
|
Presentes
|
Para evaluar las actividades de la vida diaria, ya
sean básicas, instrumentadas o avanzadas, se utilizan instrumentos de
valoración entre ellos: Barthel, Lawton y Katz.
Importante señalar que la asistencia al anciano
requiere del abordaje de diferentes aspectos por lo que es necesario un equipo
multidisciplinario: médico, enfermera, psicólogo, trabajador social, etc.
Utilizando diversos instrumentos de valoración, como los mencionados
anteriormente para evaluar funcionalidad y otros que abordaremos en próximos
artículos.
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